jueves, 8 de septiembre de 2011

XII Cultura y Educación



CULTURA

“Sin la presencia de la cultura, que conserva las conquistas anteriores y forja a la generación que sigue…el homo sapiens no sería más que un primate antropoide de la Tierra, ligeramente distinto en estructura y un poco superior en inteligencia al chimpancé, pero hermano suyo” Ralph Linton (“Estudio del hombre”)

La evolución cultural, como una prolongación de la evolución biológica, tiene como objetivo el logro de mayores niveles de adaptación. Así como la evolución biológica se fue gestando, a lo largo del tiempo, mediante pequeños saltos adaptativos, nuestra cultura se fue incrementando en forma similar.

Luego de que nuestros antepasados observaron que acciones como el asesinato, el robo o la mentira producían efectos no deseados, o incluso sufrimiento, tales prácticas fueron prohibidas por las normas éticas propuestas. A tales normas, posteriormente, se les asignó un origen divino para acentuar la efectividad de su cumplimiento.

En la actualidad han aparecido otras acciones de las cuales no resulta sencillo establecer el valor ético de sus efectos, por lo que se ha llegado a cuestionar la validez de toda ética propuesta. Incluso se admite la posibilidad de que la ética sólo tenga validez como algo convencional. Sin embargo, las acciones antes mencionadas bastan para rebatir tal posibilidad.

Podemos denominar “cultura” al conjunto de conocimientos disponibles por la sociedad que produce en ella una mejora adaptativa, o bien, que tiende a disminuir el sufrimiento. El nivel cultural de los pueblos se medirá tanto por la cultura asimilada como por los aportes realizados a la cultura universal.

La ciencia, tanto como la tecnología, tienden a mejorar nuestro nivel de adaptación. Así, el telescopio y el microscopio presentan “ventajas adaptativas” ya que prolongan el alcance de la visión tanto para grandes como para pequeñas distancias. De todas maneras, sigue siendo la ética la que constituye el principal factor de adaptación y de ella esperamos el conocimiento básico que facilite la solución de los conflictos humanos.

Es posible que un salto cultural favorable haya pasado inadvertido, mientras que también es posible que el conocimiento ético necesario para nuestra plena adaptación esté ya disponible. Sin embargo, la negativa para su aceptación surge de la irracionalidad, la terquedad, el fanatismo y otras actitudes competitivas mostradas por quienes pretenden imponer sus criterios personales, o sectoriales, aun cuando esos criterios no sean favorables para todos. Recordemos aquello de que “el hombre es el único ser viviente capaz de tropezar más de una vez con la misma piedra”.

Desde una visión de la realidad basada en la biología, podemos hablar de cierto nivel cultural como algo concreto y objetivo, mientras que, por el contrario, desde la antropología se considera que los distintos pueblos tienen distintas culturas, igualmente válidas y legítimas, aún cuando los niveles de adaptación por ellas permitidos sean bastante diferentes. Este es un aspecto más del relativismo cultural que promueve el conformismo, los antagonismos y que poco favorece al crecimiento cultural de la humanidad.


OPOSICIÓN Y OBEDIENCIA

“Resistencia y obediencia, éstas son las dos virtudes del ciudadano. Mediante la obediencia, garantiza el orden; mediante la resistencia, garantiza la libertad” Alain

Las actitudes de la resistencia y de la obediencia resultan contradictorias. Ello ocurre cuando aparecen en una misma situación o ante una misma persona. Pero, si la obediencia lo es respecto de las leyes y la oposición la adoptamos respecto de lo que sabemos que provocará resultados indeseables, es posible la coexistencia de ambas.

El respeto a las leyes no es contradictorio con la libertad. Incluso pareciera que la libertad del pensamiento se acentúa en cuanto podemos delegar decisiones limitándonos a lo que resulta permitido por las leyes; especialmente por las leyes éticas.

Hay veces en que se promueve el accionar rebelde de los adolescentes alabándolos incluso cuando no respetan las elementales normas de convivencia, logrando en ellos cierta inadaptación social que será perjudicial para su vida futura. Tampoco es beneficioso promover el otro extremo, el de la pasividad y la aceptación de toda sugerencia recibida, incluso aquélla que pueda ir contra su propia integridad.

Es en el ámbito de la educación en donde peores efectos se producen cuando se confunde autoridad con autoritarismo. Jorge Bosch reelabora una recomendación de la UNESCO por la que se sugiere establecer cierta “igualdad” entre docentes y alumnos:

“En la actualidad, la relación maestro-alumno es un caso particular de la relación dominante-dominado. El maestro ejerce su dominio comportándose en forma autoritaria, inculcando conocimientos y haciendo valer verdades prefabricadas. Hay que romper esta relación, para lo cual el proceso educativo debe centrarse en la interacción, la discusión, la comprensión y el estímulo; el maestro debe ser un consejero y un interlocutor, pero el alumno debe ser quien busque y encuentre el conocimiento”.

Al rechazarse la transmisión de conocimientos adquiridos, que se toman como “ideas prefabricadas”, y al quedar en manos de los alumnos la adquisición del conocimiento, se produce una seria perturbación en el proceso educativo. Es imposible que el alumno, por sus propios medios, logre redescubrir el enorme caudal de información logrado desde el pasado por toda la humanidad.


RELATIVISMO CULTURAL

“Los intelectuales y artistas nacionalistas de los países atrasados suelen transfigurar sus defectos en virtudes, sus carencias en cualidades del ‘ser propio’. La desigualdad y la inferioridad ante las sociedades más avanzadas es legitimada en nombre de la diferencia, de la peculiaridad que evita toda confrontación” Juan José Sebreli (“El asedio a la modernidad”)

Muchas veces se acepta cualquier tipo de comportamiento aduciendo que es “parte de nuestra cultura”. Ello se debe, principalmente, a la previa aceptación del relativismo moral. En realidad, sería adecuado aceptar cualquier tipo de comportamiento que no infrinja las normas de convivencia básicas derivadas de la ética natural elemental.

Es indudable que existen muchos aspectos culturales que son neutros desde el punto de vista ético, como es la música, la pintura o la arquitectura. Incluso esa neutralidad se prolonga a una gran cantidad de costumbres y acciones cotidianas. Sin embargo, no debemos olvidar que existen actividades cuyos efectos tienen una validez universal y que dan lugar, precisamente, a una cultura universal.

Desde este punto de vista, podríamos valorar las distintas culturas en función de sus aportes a la cultura universal. Esto es, a la ciencia, a la tecnología, a la filosofía, a la religión, incluso al arte y a las costumbres que podrán compartirse con el resto de la humanidad.

Por el contrario, todo tipo de relativismo implica cierta comodidad que lleva a los individuos, y a los pueblos, a la inacción. Si no existe la verdad universal, no tiene sentido buscarla, si no existe el Bien, no deberíamos molestarnos por alcanzarlo. Si no existe un pueblo mejor que otro, deberíamos dejar de buscar una mejora cultural.


IDENTIDAD CULTURAL

“La identificación se distingue de la imitación en que es una imitación inconsciente, en tanto que la segunda es copia consciente” Carl Jung

Un ser humano forma parte, en forma simultánea, de varios subgrupos dentro de la sociedad. Así cierto individuo puede ser descendiente de europeos, médico, católico, casado, aficionado a la lectura de novelas, fumador, partidario de tal partido político, adherente a la democracia, etc. Todas estas filiaciones caracterizarán su personalidad y es posible que se produzca un proceso identificatorio con alguno de los individuos más representativos de cada uno de estos grupos.

Es frecuente que estas filiaciones produzcan divisiones y favorezcan la violencia entre distintos grupos, tal el caso de los antagonismos de tipo deportivo, racial, religioso, social, ideológico, etc. La lucha entre bandos opuestos es, ante todo, una lucha individual por la trascendencia personal a través del grupo al que se pertenece.

La normal filiación a cada grupo simplemente refleja preferencias de cada individuo. Sin embargo, cuando una persona necesita sentirse importante tan sólo por adherir a un grupo, comienza a vislumbrarse cierto sometimiento al mismo, que en general es un autosometimiento. El masivo reclutamiento de adeptos, promovido por los líderes políticos, religiosos o de otra índole, se ve favorecido por la existencia de individuos fácilmente influenciables que necesitan imperiosamente ser partes de algún agrupamiento para sentirse valiosos socialmente.

Es indudable que los conflictos tenderán a solucionarse en cuanto nos sintamos partes, en forma preponderante, del grupo constituido por toda la humanidad, dejando en lugares secundarios las demás filiaciones, cuando en nuestra mente predomine la idea de que, ante todo, somos ciudadanos del mundo, y que ninguna otra filiación deberá desplazar tal prioridad.


APRENDIZAJE

“Cuando un axón de una célula A está lo suficientemente cerca de una célula B, como para excitarla, y participa repetida o persistentemente en su disparo, ocurre algún proceso de crecimiento o cambio metabólico, en una o en ambas células, de modo tal que aumentan tanto la eficiencia de A como la de una de las distintas células que disparan a B” Donald O. Hebb (“La organización del comportamiento”)

Es conveniente mencionar el proceso básico que permite el aprendizaje dentro de nuestro cerebro. Así, para establecer un recuerdo, un conjunto de neuronas fortalece sus enlaces previamente débiles. Los agrupamientos reforzados permiten que sus neuronas disparen juntas otra vez. Cuando unas cuantas se disparan, inducen a sus compañeras inactivas por los caminos ligeramente gastados que las separan. Como una fila de piezas de dominó, caen arrastrándose unas a otras hacia un destino común. Se rejuvenece la antigua pauta, y con ello, se hace una recapitulación de la imagen original.

Para ilustrar la idea básica, podemos considerar la conocida experiencia de Iván Pavlov acerca de la respuesta condicionada, o adquirida, de un perro. Consideremos tres neuronas A, C y B. La neurona A recibe sonido desde una campanilla, la neurona C recibe la imagen de la comida ofrecida al perro, mientras que la neurona B, al quedar excitada, activa el proceso de salivación en el perro.

Entrada de sonido → A → B → Salivación
Entrada visual →→ C → ↑

Supongamos que la excitación de C, causada por la visualización de la comida, es suficiente para excitar a B, dando lugar a la salivación. Supongamos, además, que en ausencia de ese estímulo, la excitación de A, al oír la campanilla, no basta para dar lugar al disparo de B.

Permitamos que C dé lugar a que B dispare mostrando comida al sujeto, y, mientras B sigue activada, estimulemos a A haciendo sonar una campanilla. Dado que B sigue activada, A participa ahora en la excitación de B, aún cuando por sí sola A no sería suficiente para dar lugar a que B se active.

En esta situación, la suposición de Hebb determina que se produce algún cambio entre A y B, de tal modo que la influencia de A sobre B se ve incrementada. Si el experimento se repite con suficiente frecuencia, A será capaz de lograr, eventualmente, que se dispare B incluso en ausencia del estímulo visual procedente de C. Entonces, si se hace sonar la campanilla, pero no se muestra la comida, seguirá produciéndose la salivación, porque la excitación debida únicamente a A (sonido) es ahora suficiente para lograr que B dispare.

Dado que la conexión entre neuronas se hace a través de las sinapsis, es razonable suponer que cualquier cambio que pueda tener lugar durante el aprendizaje deberá producirse en ellas. Hebb sostenía la teoría de que los efectos mencionados se debían al aumento del área de la unión sináptica. Teorías más recientes afirman que el responsable es un incremento de la velocidad con que se libera el neurotransmisor en la célula presináptica.


CONOCIMIENTO E INFORMACIÓN

"La escuela no debiera limitarse a informar, ni siquiera a transmitir conocimientos verdaderos o útiles. La escuela debería formar cerebros, no cargarlos de información. Menos aun debiera recargarlos al punto de provocar náusea intelectual”. “Puesto que el conocimiento no es lo mismo que información, si queremos aprender no procuremos maximizar la información, sino optimizarla. O sea, busquemos recabar y recordar la información mínima necesaria para abordar los problemas que nos interesan. Y, una vez resueltos, procuremos archivar o aun olvidar los detalles. Sólo así haremos lugar a nuevos datos, nuevas dudas, nuevos problemas y nuevas conjeturas” Mario Bunge (“Cien ideas”)

En todos los órdenes del pensamiento, debemos ser capaces de distinguir entre la información que debemos guardar en nuestra memoria (que servirá para establecer razonamientos posteriores), de aquélla que podemos disponer en nuestra “memoria artificial” (libros, memorias informáticas, etc.)

Los contenidos impartidos desde la educación formal deberán tener presentes, ante todo, las características básicas mencionadas, es decir, deberá ser breve en su tamaño y deberá permitir realizar razonamientos sobre el tema en cuestión. He aquí la aptitud y la creatividad del docente, ya que deberá ser capaz de elegir la información mínima y necesaria que habrá de transmitir al alumno para que éste pueda así razonar e incrementar sus conocimientos.

Por el contrario, disponer de gran cantidad de información, sin la previa síntesis de los aspectos básicos que deberán ser guardados en la memoria, no resultará del todo útil. Por las razones mencionadas, se hace evidente que es imprescindible la descripción de todo tema en base a una síntesis de tipo axiomático.

Si se logra establecer este tipo de síntesis, es posible que resurja el interés por el conocimiento, especialmente en el caso de los jóvenes, si bien es posible que existan otros factores que han alejado a mucha gente de la búsqueda del conocimiento y de la verdad.

El matemático Andrew Wiles, quien demostró el “último teorema de Fermat”, dedicó su vida a ese logro desde que tenía diez años de edad, y ello se debió a que a esa edad entendió al menos el enunciado de tal teorema. Si el entendimiento de ideas importantes fuera un aliciente para estimular el conocimiento y la investigación, dispondríamos de la esencia de un método eficaz para la educación.


EDUCACIÓN

“La educación es el arte de capacitar al hombre para la vida social” José Ingenieros (“Las fuerzas morales”)

Respecto de una aceptable adaptación del individuo a la sociedad, puede decirse que ello se dará como una consecuencia de la previa adaptación al orden natural, ya que no puede lograrse una sin la otra. La adaptación cultural del hombre involucrará a toda la humanidad a través de la educación.

Se afirma que todos los problemas humanos se solucionarán con la educación. Sin embargo, no habremos llegado a un completo acuerdo si no mencionamos a cuál tipo de educación nos referimos. Debemos tener presente que incluso los adoctrinamientos de tipo dogmático son considerados educativos, a pesar de ser dirigidos sólo a ciertos sectores de la población careciendo de validez universal.

Los contenidos de la educación universal, por el contrario, tienden a ser partes de la ciencia experimental, por lo cual el educador se convierte en un intermediario entre la ciencia y el individuo que recibe la educación. Para que tal proceso tenga éxito, debe existir la necesidad y la predisposición a recibir conocimientos.

La religión natural deberá adoptar una clara postura científica de manera que pueda llegar a ser parte de la educación pública. Si se interpretan las distintas religiones a la luz de la religión natural, se advertirá que existe una religión universal única respecto de la cual las religiones existentes serán distintas aproximaciones a la misma.


ACERCA DEL SEXO

“Como toda inflación, incluida la del mercado de dinero, conduce a una devaluación. La sexualidad, en efecto, se va desvalorizando en el curso de la inflación sexual a medida que se deshumaniza” Víktor Frankl (“El hombre doliente”)

A medida que transcurren los años, pareciera que todo lo relativo al sexo se desvinculara cada vez más de lo afectivo para pasar a ser algo cercano al placer y la diversión. Incluso la tendencia a la devaluación de los sentimientos de intimidad ha hecho que lo erótico vaya perdiendo su valor.

Debido a los inconvenientes que las acciones humanas producen en una sociedad, es recomendable una educación adecuada referida a cada uno de los aspectos asociados al comportamiento humano. De ahí que se propone establecer una educación sexual en establecimientos educativos con el fin de tratar de evitar nacimientos indeseados, abortos, enfermedades, etc.

Existe, sin embargo, cierto temor de los padres en cuanto al criterio con que se ha de impartir esa educación. Incluso se sospecha que podrá llegar a ser una simple legitimación de cierto libertinaje básico de la sociedad con algunos agregados de información sobre la salud y los aspectos reproductivos del individuo. Se establecería así una especie de “educación genital” desvinculada de los aspectos afectivos.

Es indudable que lo sexual responde, en el hombre, a la previa existencia de sentimientos y afectos. De ahí que, para mejorar esos aspectos, debería mejorarse el factor emotivo, lo que implica, además, una mejora ética individual. Por lo tanto, puede decirse que no es conveniente una educación sexual distinta o separada de la educación general basada en la mejora de la ética individual.

No es posible la existencia de hombres que muestran una actitud egoísta e irresponsable en la mayor parte de sus vínculos sociales, mientras que, por influencia de la educación vial, vaya a postergar por momentos ese egoísmo y conduzca responsablemente, o bien que, por influencia de la educación sexual, vaya a postergar su forma cotidiana de ser. No habría inconvenientes en que así ocurriera, pero la existencia de la actitud característica en los seres humanos hace aconsejable una educación basada en el predominio y adopción de una actitud ética general.


FAVORECIENDO EL BIEN

“Trata a la gente como si fuera lo que debería ser y la ayudarás a convertirse en lo que es capaz de ser” Wolfgang Goethe

La forma más efectiva de inculcar valores morales radica en el trato respetuoso hacia las demás personas. Hay veces en que nos sentimos elevados por el buen trato que recibimos y otras veces podemos hasta sentirnos degradados. Ello implica que hay personas que tratan de rebajar o de elevar a los demás para, pareciera, ponerlos a su misma altura.

Otras veces, sin embargo, el trato “elevador” es respondido en una forma despectiva, como ocurre a veces con los adolescentes en escuelas secundarias, en quienes predominan actitudes antisociales, por lo que la educación, que implica principalmente favorecer el surgimiento de valores morales, se torna cada vez más dificultosa. Recordemos que varios de los grandes educadores perdieron sus vidas en el medio social a cuyos integrantes pretendían educar, tales los casos de Sócrates, Séneca, Cicerón, Cristo y Gandhi.

Desde un punto de vista económico, debemos tratar de tener algo más que lo imprescindible, buscando cierta seguridad futura. De esa forma casi siempre nos sentiremos exitosos al haber podido lograr el objetivo buscado. Si, por el contrario, ambicionamos mucho dinero, casi siempre nos sentiremos fracasados por no haberlo podido lograr.

Debemos desterrar el lujo y la ostentación, porque ello degrada a las personas más pobres y atenta contra la dignidad de millones de seres humanos que viven en la pobreza total. La economía de la sociedad se verá favorecida por nuestra contribución personal, o bien se verá perjudicada por nuestro aporte a su deterioro. Aunque existen personas más influyentes que otras, debemos ser conscientes de los efectos producidos por cada una de nuestras acciones.

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